viernes, 17 de noviembre de 2017

El Corazón en mi Patria

Porque a la final de todo esto, fue un pedazo de mi lo que se arrancó
Así lo quise y así lo pedí.
Desde aquellas rocas no voy a ser arrojado, como lo fueron otros
Quiero permanecer aquí.

El aroma inolvidable y el sonido inconfundible al amanecer
A lo lejos el mar y su calmo temperamento de la mañana
Que aumenta de intensidad conforme pasa el día y llega la noche
De noche pienso en todos aquellos que aquí estuvieron y se han ido.

Aquellos que llegaron en barco a las costas
Y quienes del mar hicieron su vida, tal como lo hizo el viejo capitán
Del que solo se historias y del que nunca tuve su abraso
Tampoco estás tú
Ni de esta tierra sus costas, sus selvas, sus llanos, sus montañas
Solo llanto.

Aquí dejaré mi corazón si me lo permiten
Cuando la luz se apague
Cuando termine el largo andar
Cuando llegue la hora final.

En estas tierras en las que quiero terminar
Aunque la ira de otros me separen de esto que no dejaré de amar
De esta tierra bendita, que el destino decidió castigar
Por no haber apreciado las riquezas de un noble corazón
Por ser inconformes y despilfarrar todo un maná  con mucha miel y amor
Las ruinas y la desolación son testigos
De lo que aquí ocurrió
Por eso se han marchado los amigos.

Pero aquí dejaré mi corazón
Y hasta juré derramar mi sangre
Si con las armas debía defender la miel que sobre esta tierra Dios derramó
La tristeza de la soledad y la rabia no han ocupado tu amor.

Amada tierra, aquí mi corazón
Allá las memorias eternas de haberte dejado
Sin poder darte más de mi vida que poco a poco se apaga
Como la luz de ese barco que a tus costas llegó.

Venezuela te juro que por ti moriré
Venezuela te juro que hasta ti volveré.



Fred López Pirela