Cuanto más puede seguir soportando esta Nación y su pueblo antes de que implosione, que tendrá que sucedernos a los venezolanos para que de una vez por todas tomemos conciencia de que estamos por el camino errado desde hace años y seguimos tomando ese mismo camino, los pobres continúan pasando hambre, los gobiernos siguen siendo corruptos, los militares quieren seguir gobernando, la descomposición social está cada vez tomando proporciones apocalípticas, el parque industrial decrece día a día, el país se está partiendo a pedazos junto con todas sus instituciones, ya ni la iglesia escapa de esta degeneración.“Aun hay gente que cree que Venezuela es el país más bello del mundo”, yo creo que lo es, si lo miramos desde el ámbito natural.
En este sistema de injusticias los pobres, o las personas no influyentes como lo podemos ser usted y yo, no tenemos acceso a la justicia en caso de que requirieramos de ella, es una justicia a medias, fácilmente adquirida como un objeto en venta por el mejor postor, es decir, del que tiene esto y aquello, o del que es familia o amigo de este o aquel. Así no funciona un estado de derecho y de justicia social. Los tribunales y los jueces siempre han funcionado como unas mafias, claro está salvo a aquellas pocas personas honradas que existe dentro del sistema. Como basura dentro de la basura la justicia es un deshecho, están acabando con su razón de ser y los jueces, como si nada valieran, aquel que pretenda impartir justicia corre peligro, de perder su trabajo y su carrera como mínimo.
Pero si nos referimos a los cuerpos de seguridad del Estado, la situación se va haciendo más crítica y triste, porque aquellos organismos encargados de velar por la seguridad de los ciudadanos están sumergidos en la corrupción y la ineficacia, son más un órgano represor que defensor de las personas. Por supuesto estos también pertenecen a las mafias organizadas y no organizadas existentes en nuestras sociedades, en los que se encuentran ladrones de vehículos, narcotraficantes, secuestradores, sicarios, extorsionadores y una larga lista de hechos que van contra el normal desarrollo de nuestra sociedad, poca gente confía en los cuerpos policiales.
Aquello que alguna vez hemos escuchado, de que los delincuentes se “pudran” en la cárcel, así sucede literalmente, se están pudriendo en la cárcel porque tenemos un sistema penitenciario deficiente, violador de los derechos fundamentales de los seres humanos y donde por supuesto nunca llega la justicia a aquellas personas que por infortunio de la vida cometieron algún delito y fueron a dar a la cárcel. También ocurre lo contrario, muchos de los delitos y miles de muertos que tenemos cada año a causa de la violencia y el hampa, quedan impunes, nadie responde por ellos, es culpa de la ineficiencia de la justicia venezolana. Estas cárceles son además un refugio para las mafias, un centro de operaciones para peligrosos hampones, un lugar difícil para rehabilitar a algún delincuente.
Lo peor de todo, el máximo tribunal de justicia del país, funciona como una herramienta del gobierno para reprimir, para dictar sentencias alejadas del derecho, para perseguir opositores al régimen gobernante, para avalar leyes que favorecen solo a una visión del país y hasta para violar la Constitución, esa misma que ellos debieran respetar y proteger. Helo aquí, es este nuestro sistema de justicia, un sistema de injusticias.
Que sucedió en Las Fuerzas Armadas, una institución en la que gran parte del país creía y respetaba, es cierto que siempre existieron algunos elementos dentro de la misma que nunca creyeron en su labor y rol en el país, muestra de ello son las elites que hoy en día gobiernan Venezuela, militares ex golpistas que llegaron a ocupar sus cargos gracias a las bondades que les brindó la democracia, democracia contra la que atentaron dos veces en 1992. También se escuchaban a veces ruidos sobre algún General corrupto y hasta existía el recuerdo de las dictaduras militares a las que algunos añoraban y la gran mayoría deseaba que no se repitieran, pero en general las Fuerzas Armadas de antes tenían el visto bueno de los venezolanos, más de uno quería ver sus hijos con un uniforme, por aquello de las oportunidades, el respeto, el honor y el prestigio que daba ser integrante de ellas.
También se sabían noticias de nuestros muchachos enfrentando a la guerrilla colombiana que pretendía pasar nuestras fronteras para refugiarse en nuestro territorio, más de un ataúd y bandera de siete estrellas encima recuerdo haber visto por ello. Y aquellos hechos que despertaron nuestro nacionalismo, las fragatas defendiendo las aguas territoriales del Golfo de Venezuela cuando el incidente de la corbeta caldas, o repeliendo los intentos de invasión de cubanos por oriente, ¿donde están las otrora Fuerzas Armadas profesionales, e institucionales?, todo eso ha cambiado.
Como todo en este país la ahora “Fuerza Armada Nacional Bolivariana” forma parte, o por lo menos se comporta, como un miembro más del partido de Gobierno, cosa practicada por los cinco Poderes Públicos existentes en Venezuela y más aun después del proceso de “depuración” luego de los sucesos del 11 de abril de 2002, persecuciones, pases a retiro y bajas otorgadas a todos aquellos integrantes de la Fuerza Armada, escúchese bien... no cuadrados con el socialismos del siglo XXI que lidera el Tte. Coronel Chávez Frías, al parecer al Comandante Presidente todo poderoso eso le parecía una insolencia dentro de la institución, esa misma institución que él ofende cada vez que se coloca su uniforme, con sus dos estrellitas doradas en los hombros, para recibir parte de algún General cuyos soles en hombros quedan confundidos al ver la ironía del momento, aunque eso ya se acabo puesto que este señor ahora se hizo unos galones a su imagen y semejanza.
Lo más aberrante de todo, el régimen y su partido único PSUV, a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, parece habérsele abierto un buró dentro del partido, no conforme con que se supo como muchos empleados Públicos fueron obligados inscribirse en él, a la institución castrense se le ha obligado gritar en todo momento la consigna: “Patria, Socialismo o Muerte…Venceremos!”, cambiada ahora por lo de la enfermedad del Presidente por “Independencia y Patria Socialista” continuando la descarada y sine ecua non violación al artículo 328, de la Constitución Nacional que define a la Fuerza Armada Nacional como: “…una institución esencialmente profesional, sin militancia política…..”, al parecer a los altaneros Generales del régimen eso no les importa, son unos actores políticos más a la cabeza de la propaganda del gobierno, con la intención de intimidar y desmoralizar al grueso del la institución, que estamos seguro que están apegados a la Constitución y al estamento Militar, todas estas violaciones ante los ojos de las instituciones de justicia, las cuales se hacen la vista gorda ante esta y todas las demás violaciones del régimen neocomunista del Presidente Chávez.
Nadie tiene idea del peligro que para un país significa tener una institución armada ideologizada con un proyecto político unipersonalista, solo las naciones que han sufrido cruentas guerras civiles lo saben, los males que aquejan a la Nación son el verdadero cáncer que está acabando con la vida de los Venezolanos, todo esto es indignante.
Fred López Pirela
POLITÓLOGO
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