Ya hemos escrito tanto sobre la
violencia e inseguridad en Venezuela, que durante ciertos momentos de reflexión, no sabemos cómo abordar o desde que ángulo
hablar del tema, puesto que ya la historia parece que llega a índices y hechos
sacados de un libro de guerra.
De los más de 20 planes de seguridad del
Gobierno autodenominado “Revolucionario” que se ha instaurado desde 1999 hasta
hoy en día, ninguno ha dado buenos resultados, por el contrario la cifras sobre
inseguridad (homicidios, extorsión y secuestro, violencia de género, sicariato,
robo o hurto de vehículos y cosas, violencia escolar, etc.) se han ido
incrementando con el pasar de los años, a esto se suma la aparición de grupos
delictivos organizados con armas de guerras que actúan impunemente y hacen
públicas sus amenazas, modo vivendi y botines, tal como si se tratase de una
gran hazaña, ante la mirada silente de los órganos de seguridad del Estado.
Producto de la impunidad con la que se
están cometiendo los crímenes y la falta de accionar de cuerpos de seguridad,
ha aparecido otro fenómeno social, los linchamientos. Hemos leído y escuchado
con mucha alarma la gente opinar al respecto y la mayoría expresa su acuerdo
con que la gente asesine y haga justicia por su propia mano, cuestión esta muy
delicada, ya que en algún momento las víctimas de las turbas enardecidas,
pueden llegar a ser confundidas con delincuentes, siendo estas inocentes. Tal
fue el caso del Chef Roberto Fuentes Bernal, golpeado y quemado en abril de
2016, confundido con un delincuente en los Ruices Caracas, por el caso ya hay
un imputado.
Pero el hecho es que los linchamientos
son reflejo de una sociedad enferma, tanto por la falta de justicia, como por
la falta de valores, que permiten a esa sociedad organizarse y exigir al
sistema de justicia un mejor accionar en contra de los delitos que aquejan a la
ciudadanía, cuando una sociedad cae en este tipo de práctica se pierde la cívica
y la ciudadanía y retrocedemos a la barbarie, la solución a los males de
seguridad no son los linchamientos, ese entra dentro de los males también, un
principio del Derecho es muy claro al respecto, “Nadie puede hacerse justicia
por sí mismo”.
La impunidad en Venezuela ha llegado a
unas cifras espantosas, para los investigadores
Alí Daniels y Laura Louza, directores de Acceso a la Justicia “de
600.000 audiencias, solo 27.127 terminaron en algún tipo de sentencia
condenatoria” Seminario Radiografía de la justicia en Venezuela (2016). Es
decir que estamos frente a un 95% de impunidad o siendo menos conservadores de
casos pendientes por justicia. La falta
de denuncias a los delitos por temor a represalias, la gran cantidad de
casos penales, falta de Jueces, la
corrupción, son males que desembocan en la impunidad y consecuente falta de
justicia, por ello cada día se puede ver
una delincuencia que actúa cada vez con más descaro y libertad, ante
órganos de seguridad, mal dotados, con poco apoyo de los órganos
jurisdiccionales, desprofesionalizados, con altos índices de corrupción
interna, pésimamente remunerados y que día a día viven los mismos males que
viven todos en el país.
La última respuesta al respecto del
Gobierno que Preside Nicolás Maduro como planes de seguridad, es la llamada Operación
de Liberación del Pueblo (OLP), son unos operativos de seguridad conjuntos entre
varios organismos de seguridad incluida la Guardia Nacional Bolivariana,
componente de la FANB, cuyos dispositivos de seguridad están centrados en las
zonas de mayor índice delictivos, así como en las barriadas donde
lamentablemente se concentran las bandas armadas que actúan al margen de la
Ley.
Este tipo de operativos no han dejado de
estar en la lupa de las distintas ONG`s de Derechos Humanos en el país y no han
escapado de la polémica por su forma de accionar, se habla de varias
ejecuciones extrajudiciales que son catalogados como "muertos por resistencia a
la autoridad", no dudamos que si existan este tipo de casos debido al grado de
organización y armamento que poseen las bandas criminales, pero también es
cierto que se han detectado irregularidades o ajusticiamientos en los
operativos, algunos analistas hablan de una instauración de hecho de la pena de muerte, algo que
contraría la Constitución Nacional que intuye que “El derecho a la vida es
inviolable” Art. No. 43.
Quienes escribimos sobre este tipo de
cosas o quienes defienden los DD.HH, sin distinciones de este tipo muchas veces
son acusados injustamente de defensores de los delincuentes, cosa que está muy
lejos de la realidad, de nuestra parte queremos un combate frontal contra la
delincuencia, apegada a Derecho y con respeto a la Ley, no se puede combatir el
fuego con el fuego, las llamas nunca apagarían.
Deben diseñarse verdaderas
políticas de seguridad y tenemos años insistiendo en ello, en un país donde cada día empeoran
las cosas en materia de seguridad, se debe profesionalizar a los cuerpos y
organismos de seguridad, dotarlos de buen armamento, bien remunerados, que
estos tengan buenos valores, morales, familiares, éticos y hasta religiosos, no
se puede seguir vulnerando la Ley y quienes poseen las armas para resguardar la
paz y justicia social, sean peores que los delincuentes que ajustician.
Para mostrar lo grave que está la
situación de Venezuela en el tema de seguridad, comparemos unas cifras, en el
año 2016 en Irak, país del medio oriente en guerra desde hace varios años, con
una crisis que se ha agravado con la aparición del llamado Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS), la
cifra de muertes violentas llegó al menos a 12.238 personas asesinadas según
cifras de la UNAMI, Misión de Asistencia de la Naciones Unidas en Irak.
En Afganistán en 2016, país con décadas
de conflicto en donde hace vida el Talibán y Al Qaeda, esta cifra se elevó al
récord de 11.418 según el último informe elaborado por la Misión de
Asistencia de Naciones Unidas en Afganistán UNAMA.
En Siria donde estalló una cruenta
guerra civil desde el 15 de Marzo de 2011, en el 2016 la cifra de muertos es de
unos 60.000 muertos aproximadamente según el Observatorio Sirio de los Derechos
Humanos.
Es necesario resaltar que en estos
conflictos existen facciones armadas que tienen siglos de enemistad, que
existen múltiples razones por las que se han mantenidos estas cruentas
matanzas, en estas tres guerras han intervenidos potencias extranjeras, así
como una multiplicidad de grupos armados de varios países del mundo y la
región, el armamento utilizado va desde ataques aéreos con aviones de combate y
bombarderos, ataques desde navíos, drones artillados, artillería pesada, media
y liviana, fusiles, explosivos, franco tiradores, minas anti personales, hasta ataques
suicidas, entre otros.
En Venezuela, este país de bellezas
naturales infinitas, de recursos abundantes, de costas bañadas de sol y caribe,
de andes nevados y llanos brillantes, el país del salto ángel y los tepuyes, de las mujeres más
hermosas del universo, la cifra de muertos según el Observatorio Venezolano de
Violencia llego en el 2016 a una taza de 91,8 muertes por cada 100 mil
habitantes, es decir 28.479 Personas Asesinadas, a esta terrible cifra solo me
queda guardarle silencio.
Fred López Pirela
POLITOLOGO/ABOGADO